lunes, 5 de enero de 2015

Amanda Jiménez, la defensora de animales de Cota

Amanda Jiménez tiene una historia que vale la pena contar, muchos la conocen como la defensora de animales del municipio de Cota y otros la conocen como “la loca de los perros” como ella misma lo afirma. Sin embargo, no es un término que la deshonre; todo lo contrario, su pasión por los animales la ha llevado a merecer el reconocimiento de contar su historia por la hermosa labor que realiza.

Hace 10 años Amanda dejó Bogotá para comprar casa en Cota y vivir allí con su familia. Sin embargo, los planes salieron diferentes, pues cada quien tomó su rumbo y Amanda quedó sola en la casa. Luego de haber trabajado toda su vida en una de las empresas de servicios públicos más importantes de Bogotá, Amanda se pensionó y decidió emprender un nuevo camino y fue allí donde decidió que Cota sería su nuevo destino.

Para ese entonces los planes eran diferentes, pero Amanda se había quedado sola en la casa, su energía por realizar variedad de actividades la llevaron a dedicarse a la labor que siempre la había inquietado, el amor por los animales y se dio cuenta que en el municipio se requería una intervención urgente para rescatar a la mayor cantidad de seres que sufrieran maltrato o se encontraran en circunstancias de abandono.

Sus esfuerzos no se hicieron esperar. En menos de lo pensado Amanda estaba de tiempo completo dedicada a la protección y cuidado de decenas de perros y gatos. En una especie de amor desmesurado por cuidar de estos seres indefensos, Amanda en compañía de seguidores y amigos de la causa, comenzaron a recorrer zonas rurales y urbanas para rescatar animales, incluso se convirtieron en los más grandes receptores de denuncias por maltrato en el municipio.

Pero a la pregunta ¿De dónde surge la inspiración para dedicarse de lleno a esta causa? Amanda responde: “llegar al municipio y ver innumerables animales en la calle, desvalidos, enfermos, desnutridos, atropellados, generó en mí la necesidad de hacer algo por ellos y brindarles alivio. Llevarlos a casa y hacerles un proceso de recuperación no tiene precio, son los seres más agradecidos que puedan existir”.

En vista del gran trabajo que acarrea todo lo que tiene que ver con la protección animal, Amanda tomó el liderazgo para la conformación de un grupo dedicado a afrontar la problemática de los animales de la calle, especialmente de las hembras quienes son las principales víctimas de abandono y maltrato por parte de sus propietarios por el hecho de ser la fuente de “reproducción”.

Amanda sin duda está enamorada de su causa y así lo afirma el hecho de que actualmente viven con ella en su casa 23 perros de los cuales a la fecha de esta entrevista seis son cachorras que fueron abandonadas en un basurero. La labor en favor de estas pequeñas comenzó primero que todo en salvarles la vida, posteriormente en estabilizar su alimentación, hacerles desparasitación y luego esterilización para poder darlas tranquilamente en adopción a familias responsables que provean a estos seres la calidez de un hogar.

Algo sorprendente en las declaraciones de Amanda es que la mayoría de perros de la calle que hay en el municipio de Cota, tienen dueño. Solo que la falta de cultura ha hecho que estos animales sean carentes de los cuidados necesarios que requieren, es por eso que muchos habitantes los ven como amenaza a la salud pública por la gran cantidad de excremento que los animalitos dejan en las vías sin que nadie se encargue de su limpieza. “Si cada propietario se encargara responsablemente de su perro, no habría tal problemática que hoy aqueja al municipio, pues más allá de rescatarlos o alimentarlos hay que concientizar a los dueños de la importancia que tiene que cada uno vele por el bienestar de su perro en su entorno y en su comunidad para beneficio de todos, siguiendo sencillos patrones de conducta como recoger los desechos de los perros, cumplir con los planes de vacunación, acudir a jornadas de esterilización y todo lo demás que tiene que ver con su buena alimentación y bienestar, sin duda esto cambiaría radicalmente la situación que actualmente se vive”.

Amanda está convencida que falta cultura y pedagogía ciudadana, y aunque es verídico que mucha gente no tolera los animales, también es cierto que quienes tienen una mascota en casa es porque aceptaron un miembro más de la familia, solo que no saben cómo asumir correctamente su rol de padres de caninos.

Amanda conformó la Junta Defensora de Animales del municipio de Cota con personería jurídica dada por la Gobernación de Cundinamarca. Mensualmente se hacen reuniones donde asisten el delegado de la gobernación, de la personería, de la Secretaría de Educación del municipio, de la parroquia y las personas de la comunidad que trabajan con la junta. En los últimos meses se han hecho actividades más frecuentes como “Expo-pet” donde participaron más de 10 municipios de Cundinamarca, para hablar sobre los animales; allí se entregan cartillas y recordatorios relacionados con la causa y se consiguen donaciones para invertir en alimento, medicina y bienestar de las mascotas. 
Por eso el trabajo de Amanda va más allá de alimentar o rescatar perros, gatos y hasta caballos. Su meta es la concientización de la gente, aplicando las normas como las establecidas en Ley 5 de 1972 y el trabajo mediante las redes sociales para adopción de animalitos. Con apoyo del albergue de la Secretaría agropecuaria y de medio ambiente, allí se tienen animales recuperados, recogidos de la calle y quedan en disposición para ser entregados a un hogar.

Las esterilizaciones se hacen en el consultorio veterinario de la Secretaría Agropecuaria, pero como la demanda es muy alta, la Junta Defensora en cabeza de Amanda consigue recursos o aporta de sus propios ingresos para la financiación de las operaciones y obtención de descuentos para los procedimientos. “Alguien tiene que hacer esta tarea, porque está inmersa en un alto impacto social para la comunidad, ya que beneficia la salud pública y disminuye el riesgo de enfermedades. Un animalito esterilizado, le abre una puerta a un animalito en casa” asegura Amanda quien está entregada de tiempo completo a esta causa.

Las quejas de los vecinos relacionadas con maltrato animal, irresponsabilidad en la tenencia, se manejan mediante la estación de policía, lo que pasa es que el manejo del debido proceso en muchos casos se va a varias instancias lo que hace que sea lenta la respuesta a estas situaciones, para ello, se está trabajando en el diseño de un acuerdo municipal que sea contundente en la aplicación de la ley para que el municipio tenga herramientas o sanciones definitivas para aplicar las normas.

Por eso la Junta entre otras iniciativas busca el apoyo de la Alcaldía municipal en la  implementación de comparendos ambientales impuestos con ayuda de la comunidad mediante fotos, videos o llamados, que permitan un mejor comportamiento de la gente frente a la tenencia responsable de las mascotas.  Desafortunadamente muchas personas solo se acogen a la ley si hay sanciones drásticas como multas, las cuales deberían ser pagadas obligatoriamente con el recaudo de impuestos, de esta manera se puede generar una mayor concientización.

Amanda es una ingeniera de sistemas, técnico en telecomunicaciones que dejó atrás su mundo profesional para dedicarse a la que podría llamarse una de las causas más hermosas de todo el mundo “la protección animal”.

Según Amanda las expresiones de afecto y agradecimiento que tienen las mascotas cada vez que los cuida, los alimenta, los recoje o los recupera son el mejor pago que alguien pueda tener. “Son los seres más agradecidos y amorosos de toda la existencia y me siento feliz de poder ayudarlos” dice Amanda quien dejó de lado la vida consumista, moderna, citadina y lujosa a cambio de compartir su vida con quienes hoy son sus mejores amigos.

Damos un reconocimiento especial a Amanda por hacer de esta, una labor importante para el municipio. Su entrega y compromiso no solo la hacen una persona especial sino una colombiana ejemplar que prueba que todo es posible cuando se hace con amor.
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